En este tiempo de Cuaresma en donde reflexionamos sobre nuestras actitudes, nuestra cercanía o lejanía con Dios y en donde intentamos por su gracia, acercarnos más a él, te dejo un encuentro de catequesis para trabajar con chicos de todas las edades. Vuelvan a mí de todo corazón dice el Señor, hoy lo hacemos con la sencillez de estos corazones.
Objetivos:
– Reflexionar sobre el tiempo de Cuaresma, conociendo las actitudes propias de este tiempo.
– Escuchar en la Palabra de Dios el regalo de un nuevo corazón que él quiere hacernos.
– Contemplar, a la luz de la Palabra de Dios, cómo se encuentra nuestro corazón en este momento.
– Poner en práctica las actitudes que conocimos.
Actividades
Inicio: Se presentarán distintos tipos de corazones, limpios, manchados, arrugados, doblados, agujereados, brillantes, abollados, encerrados, negros, de colores, rayados, de barro, deshilachados, y se les pedirá los alumnos que se identifiquen con algún tipo de corazón.
Les pedimos a los alumnos que de a poco se acerquen a mirar los distintos tipos de corazones y luego de que los hayan observado les preguntamos:
¿Qué pudieron observar?
¿Los corazones son del mismo tamaño? ¿De qué están hechos? ¿Alguno se puede romper fácilmente?
Sabemos que cuándo en la Biblia hablamos del corazón, de que Jesús mira nuestro corazón, hablamos del corazón en donde guardamos nuestros sentimientos y en donde también está presente Jesús.
Si miramos los corazones que hoy trajimos y los comparamos con el corazón de una persona:
¿Cómo estará la persona que tiene el corazón arrugado? ¿Y el que está negro?
(Así podemos ir hablando sobre los distintos tipos de corazones)
Y si pensamos en vos…¿Cómo crees que está tu corazón hoy? ¿Con cuál de los corazones que tenemos enfrente lo compararías?
Iluminación: En este tiempo, nos estamos preparando para la Pascua, y ese tiempo tiene un nombre ¿alguno de ustedes lo recuerda?
Este tiempo que dura 40 días se llama Cuaresma, y Dios nos invita a que en estos días especialmente miremos nuestro corazón y lo dejemos entrar a él que lo quiere cambiar y renovar.
Vamos a escuchar lo que Dios nos dice en su Palabra acerca de esto: Eze 36, 25 – 28
Lectura del libro de Ezequiel
25 Los rociaré con agua pura, y ustedes quedarán purificados. Los purificaré de todas sus impurezas y de todos sus ídolos.
26 Les daré un corazón nuevo y pondré en ustedes un espíritu nuevo: les arrancaré de su cuerpo el corazón de piedra y les daré un corazón de carne.
27 Infundiré mi espíritu en ustedes y haré que signa mis preceptos, y que observen y practiquen mis leyes.
28 Ustedes habitarán en la tierra que yo ha dado a sus padres. Ustedes serán mi Pueblo y yo seré su Dios.
Palabra de Dios.
– Reflexionamos la Palabra.
Jesús quiere renovar nuestro corazón y lo toma así como estemos, cerquita de él, o más alejados, rotos porque nos lastimaron, o muy frágiles.
Gesto: Vamos a llevar nuestra mano al corazón y vamos a pedirle al Espíritu Santo, él que es el amor, que puede soplar dentro, que nuestro corazón sea cada día más parecido al corazón de Jesús.
Lo hacemos con la siguiente canción: Un lugar chiquito
Cierre: Le pedimos a María, ella que dispuso su vida y su corazón para seguir a Jesús, que podamos acompañar estos días a Jesús camino a la Pascua. Miramos una imagen de María y rezamos el Ave María.